El año pasado como proyecto de “Servicio Comunitario” en mi Universidad mis compañeras y yo decidimos trabajar con un grupo de jubilados de la industria petrolera; aparte de ayudarlos con aspectos administrativos y contables (ya saben que en el reglamento está claro que tu aporte debe relacionarse con lo que estudias, y nosotras somos muy a "las de la ley") quisimos hacer varias actividades para compartir con estos abuelitos.
Siempre lo he dicho, no hay cosa más cuchi que un bebé o una
pareja de “viejitos” por lo que muchas de las historias que compartían con
nosotras me parecían cuchi-fascinantes.
Algo que a mi me quedó grabado y hasta
ahora es lo más sabio que han escuchado mis propios oídos fue un comentario de
uno de los abuelitos…
Parafraseando: al llegar a ese punto de la vida dónde
estás más cerca del final él sólo se arrepentía de una cosa:
“Me arrepiento de las veces que perdí tiempo preocupándome”
Considero que soy una persona sensible y fácil de estresar, sumándole
factores externos del día a día venezolano y otros aspectos como la presión
social, ya saben, esos supuestos "logros mínimos" que debes tener por cosas de
la edad, es muy común que me pierda en el camino sumando y restando las cosas
que tengo, haciendo mayor énfasis en las que aún no.
No quisiera esperar tener 80 años para darme cuenta que el
mejor momento de mi vida es precisamente este: cada día que vivo.
Bien sea que nuestro destino está escrito, o lo construimos
conscientes o inconscientes con las acciones que realizamos, cada día que
vivimos es una oportunidad para llegar a donde queramos y mientras vamos en el
camino ¿para qué perder el tiempo preocupados? Es difícil dejar de hacerlo ya
que nadie se levanta pensando que este puede ser tú último día en la tierra
(coño, uno no es emo) pero lo cierto es que ¿para qué angustiarse por cosas que
no podemos controlar?.
Es de sabios darnos cuenta cuando erramos, y más aún
corregirlo…
Por motivos personales he reflexionado sobre cual podría ser el momento más
importante de mi vida y realmente ninguno de los momentos que pasaron por mi
mente serían así de importantes si no hubiesen estado las personas que me
acompañaron mientras los vivía; sí “el mejor momento de mi vida” fue el viaje a
Aruba con mis amigos, la cara de orgullo de mis padres cuando me volví
profesional, cuando cocino con mi hermana los fines de semana, cuando voy sola
en el carro cantando a toda voz, cuando mi novio me hace sentir que todo va
a estar bien, los paseos con mis abuelos, las travesuras con mis primos, haber escuchado los gritos de Steven Tyler en vivo y un montón de cosas más.
Como todo ser humano, anhelo muchas cosas y seguro cuando lleguen también pasarán a la lista del "mejor momento de mi vida" pero poco a poco estoy consciente de que si no disfruto de esta ¿entonces de cual?.
Como todo ser humano, anhelo muchas cosas y seguro cuando lleguen también pasarán a la lista del "mejor momento de mi vida" pero poco a poco estoy consciente de que si no disfruto de esta ¿entonces de cual?.
Les comparto una canción que aparte de ser una de mis
favoritas para cantar con mi hermana, el concepto sencillo del vídeo me encanta y
mucho más el coro, que resume la temática del post -o eso creo-
Nalgadas.
Gaby.
Gaby.