foto tomada de "La Vie en Violet!"
(De mi infortunio)
Cuando conocimos esa frase famosa de aquel vídeo viral que llegó a ser TT en Venezuela muchos no hicimos más que reírnos, sentirnos ofendidos, volvimos a reírnos con los memes y si eres de los que tiene mente traviesa incluso pudiste llegar a pensar que tenía un doble sentido.
No puedo asegurarlo, pero probablemente si ese vídeo hubiese sido lanzado ahorita capaz la historia hubiese sido diferente, por supuesto que aquel vídeo estaba lleno de argumentos vacíos... Pero con la mano en el corazón ¿Quienes no piensan que se quieren ir "demasiado" del país? Al menos unas 5 veces por semana (y estoy siendo abierta con esa medida) porque yo lo pienso al menos una vez al día.
Los jóvenes promedio, especialmente los recién graduados, aspiramos independizarnos de nuestros padres y poco a poco ir dando esos grandes pasos donde piensas alquilar o comprar una casa o un departamento, comprar tu propio carro, pagar tú solo las cuentas y ¿por qué no? formar tu propio hogar; estas aspiraciones las puede tener cualquier joven en cualquier parte del mundo, pero si eres un joven venezolano y estás entre los 20 y 30 años puede que lo veas muuuuy lejano o si eres un poco más negativo: imposible.
Emigrar del país es una decisión muy seria.
Si me preguntabas hace dos años: ¿Te irías demasiado? Hubiese respondido un millón de veces que NO, que Venezuela tenía sus dificultades pero que todos los países las tenía, que estaba convencida de que podía dar mi granito de arena para tener el país que quiero y que por sobre todas las cosas Venezuela era el único país que puedo decir es mío.
No pretendo exponer los motivos por los cuales día a día se me va apagando la lucecita y vislumbro mi futuro fuera, mas bien busco consuelo y desahogo. Todos los venezolanos debemos lidiar con situaciones amargas diariamente, y si eres un joven venezolano quizás compartas lo que yo siento: incertidumbre.
Venezuela es el único país que puedo decir es mío... lo dije hace dos años y lo diré donde quiera que esté.
Estos días he estado más desilusionada que siempre -de pronto porque Corpoelec me corta el servicio eléctrico diariamente- pero la verdad es que pensando en frío, las cosas que suceden no son por mi culpa y escapan de mí; cuando eso sucede busco consuelo con mis seres queridos, dándonos apoyo mutuo y riéndonos para no llorar, ¿Qué hacen ustedes?
Mi abrazo sincero a aquellos que toman decisiones basándose en el cambio de seña constante, los que han presenciado y han sido víctimas de la inseguridad y la injusticia, los que regresan de mal humor cuando van al supermercado, los que maldicen o se resignan cuando se va el servicio eléctrico, pero el más sincero a los que aún viven como Carlos Baute en los 90s (son mis héroes).
Te quiero Venezuela.
No todo es triste, me despido con un adagio de las leyes de Murphy:
"Si algo puede salir mal saldrá mal... y si algo puede salir peor, saldrá peor"
Corazoncito roto.