viernes, 19 de junio de 2015

Ansiedad - Mi primera bomba de tiempo.

Anteriormente les di un abrebocas sobre lo importante y útil de reconocer nuestros paradigmas; a partir de ellos podrían desencadenarse varias cosas que con el paso de los años y por desconocimiento nos podrían hacer saboteo.

Primer rasgo en mi carácter: Ansiedad.




Cuando sentimos una sensación desagradable física y emocional debido al estrés que nos provoca la anticipación de un daño o desgracia futura, estamos experimentando ansiedad, bien sea a menor o mayor grado. Esta sensación es normal y necesaria ya que permite a la personas adoptar las medidas necesarias para enfrentarse a lo que considere una amenaza.

El mal comienza cuando este estado de alerta es prolongado y sin justificación alguna. Realmente existe un trastorno de ansiedad y las personas que lo padecen pasan muy malos ratos; en mi caso la cosa no es patológica y por suerte puedo controlarlo, pero es algo con lo que he vivido desde niña y cada día aprendo cosas nuevas.


Realmente considero que tuve una infancia tranquila y feliz, nunca he tenido problemas con mi familia y no me costaba demasiado hacer amigos, pero sí recuerdo que la única forma en la que podía sentirme completamente segura era cuando mis padres estaban conmigo.

Cuando tenía casi cuatro años nació mi hermana y me sentía muy feliz porque podía tener alguien con quien jugar y no sentir miedo.

Yo estudié en dos colegios, y cuando me cambiaron al que irónicamente fue mi colegio de toda la vida, comencé a sentir con más intensidad miedo por cualquier cosa. Creo que allí comencé a darme cuenta lo mucho que me atemorizan los cambios y salir de esa zona de confort.

A ver, no fui una aislada social y  no se si mis amigas tienen en su interior los mismos peos que yo, pero realmente al conocerlas hicimos como click inmediatamente y la sensación de miedo se apaciguaba por temporadas.

Vivir con ansiedad es siempre tener el presentimiento de que algo malo, realmente malo, está por suceder. Para mi es realmente difícil cruzar una avenida, tomar un ascensor, quedarme encerrada en un espacio pequeño, tomar un avión, manejar... Desde el momento en el que sé que debo realizar cualquiera de las actividades que me dan miedo, tengo una conversación con mi Gaby interior para calmarme y afrontarlas sin mucho mas revuelo.



Como les he explicado, realmente vivir con ansiedad es siempre pensar que lo peor te puede suceder; hace como dos años me hacía mínimo una vez cada dos meses exámenes médicos para mis supuestos malestares físicos, eso me daba la sensación de  descartar cualquier cosa que pudiese estar mal y así no morirme... (suena bastante radical, ¿verdad?)

Como siempre estaba intranquila, la manera de drenar ese sentimiento era comiéndome las uñas, mordiéndome el cabello -o arrancándomelo- y mordiéndome los labios.

Ahora que soy adulta he experimentado pocos y afortunadamente contados ataques de ansiedad, para que tengan mas o menos idea, durante un ataque de ansiedad sientes que el corazón se te va a salir del pecho, como si estuvieses a punto de desmayarte y al mismo tiempo como si te estuviesen dando puños en el estómago; no es casualidad  todo esto porque al sentir ansiedad (ese inminente miedo de que algo malo te va a suceder) tu cuerpo comienza a reaccionar tal cual estuvieses enfrentándote al más extremo peligro; por supuesto eso no es para nada saludable. 


Sé que puede sonar como demasiada información, pero gracias a Dios de alguna u otra manera siempre he estado rodeada de personas que me han ayudado a ver que las situaciones que me dan miedo, son sólo eso: simples y comunes situaciones.

Sonará trillado, pero en estas situaciones mientras más vueltas le demos a las cosas, nuestra mente más nos hará creer lo que no es; lo más sano es identificar qué cosas nos dan miedo y tratar de descifrar porqué ocurre esto. Ahora tenemos acceso a mucha información, al documentarnos podemos aprender eso que desconocemos y que nuestro "yo interior" lo hace ver injustificadamente como grandes monstruos.



De verdad este es un tema muy complejo y mi ansiedad es sólo un síntoma de otras cosillas. Si el miedo evita que salgas de tu casa o incluso que salgas de tu cama, los Psicólogos están más que preparados para ayudarte a ver las cosas como son y así apaciguar los síntomas.

Finalmente quiero compartir un vídeo de Mara Wilson (la actriz de Matilda) que a pesar de sufrir Trastorno de Ansiedad como tal -es mucho más intenso y recurrente- su técnica de relajación a mi me ha funcionado mucho, inclusive para manejar el estrés cotidiano.

Espero no haber asustado a los escépticos y haber ayudado a los que como yo, intentábamos ocultarlo  o calmarlo desesperadamente sin ningún resultado.

Besitos,

Gaby <3 












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